Trabajadores ante el desarme industrial
La recesión económica y la apertura indiscriminada de importaciones golpea cada vez más fuerte en Argentina, impactando de manera directa en la producción nacional y amenazando con desmantelar sectores enteros de la industria. De una punta del país a la otra, se expresan las consecuencias de un modelo económico que nos empuja a ser meros exportadores de materias primas. Como en los sectores del Estado, la única oposición a este modelo proviene de los trabajadores fabriles que se organizan para oponer resistencia con paros, marchas y cortes de calle. En esta nota, un repaso de los principales conflictos desarrollados durante la última quincena.
Ceramistas en Buenos Aires, Córdoba y Neuquén
"El 90% de la industria ceramista nacional está en crisis, con suspensiones y despidos. Es un caos" afirmó en una nota periodística el sindicalista Gustavo Bustamante, Secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Olavarría (SOECO). El 27 de mayo, la empresa ceramista Cerro Negro, controlada por el Grupo Sociedad Comercial del Plata, anunció que entrará en un período de despidos, solicitando al Ministerio de Trabajo llevar a cabo suspensiones y pagar el 50% de la indemnización a los trabajadores despedidos. En la planta de Olavarría, una línea se detendría el 16 de junio, otra el 23, y la línea de ladrillos cesaría entre agosto y septiembre. Las fábricas de Córdoba y Campana también entrarían en pausa.
Por su parte, el 28 de mayo, trabajadores de las fábricas ceramistas recuperadas Zanon, Cerámica Neuquén y Stefani, llevaron adelante una protesta en la ruta 7, luego de que la empresa Camuzzi cortara el suministro de gas natural, por una deuda acumulada. Los trabajadores del sector exigieron al gobierno provincial que resuelva esta situación, dado que producto de los tarifazos la cooperativa no se encuentra en condiciones de afrontar los gastos de los servicios.
Desde la Federación Universitaria del Comahue se pronunciaron “en solidaridad con estas familias, repudiamos los métodos represivos y exigimos al gobierno que brinde una respuesta a estos trabajadores y sus familias, comenzando por la inmediata reconexión de la energía y una salida de fondo para que puedan seguir trabajando”.
Desde la
Metalúrgicos en Tierra del Fuego
Trabajadores organizados en la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM) y otros gremios del sector, protagonizaron un conflicto que implicó 10 días de paro por tiempo indeterminado y movilizaciones callejeras, hasta obtener finalmente un acuerdo de no-despidos con las empresas del sector.
El plan de lucha se determinó luego de que el gobierno nacional anunciara la reducción de aranceles a las importaciones de productos electrónicos. El 15 de mayo Pablo Ibáñez, delegado de la UOM en la empresa Hitachi en la ciudad de Río Grande, declaró que "Las medidas generaron preocupación e incertidumbre por la continuidad laboral en la provincia. Tenemos 8.000 trabajadores solo en el rubro electrónico. Está puesto en riesgo el 35% del PBI provincial (...) esto puede considerarse como uno de los mayores ataques a la industria fueguina. Se está avalando el acuerdo con el FMI, donde se pedía una revisión sobre el régimen especial de la provincia".
En su declaración, el gremialista se refirió al pedido directo que realizó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en reiteradas ocasiones al gobierno nacional, solicitando desarmar la protección fiscal de la Provincia.