En nombre de la eficiencia, ¡te despido!
El permanente avance de las fuerzas productivas de la humanidad, gracias al conocimiento adquirido, genera que la economía global esté cada vez más sujeta a la incorporación de tecnologías (hoy pica en punta la IA). De este modo, producir un auto, por ejemplo, o un "shampoo", requiere cada vez menos tiempo y valor agregado. En el regimen actual, para hacer rentables semejantes inversiones los dueños del capital toman la iniciativa en reducir "costos": conseguir materias primas baratas, despedir trabajadores y/o retribuir en menor medida su trabajo.
En ese marco, la empresa multinacional estadounidense de consumo masivo, Procter & Gamble anunció que ha puesto en marcha un plan de reestructuración a dos años que contempla el recorte de 7.000 empleos en puestos de oficina, el 15% del total. La empresa comunicó que (...) “estos cambios en la cartera de producto nos permitirá intervenir en la cadena de suministro, redimensionando y dirigiendo la producción de forma correcta para impulsar la eficiencia, la innovación, la reducción de costes y un suministro más confiable”. Dice querer una empresa “más integrada”, donde los despidos son “oportunidades para ampliar los roles y reducir los equipos, haciendo que el trabajo sea más rápido y eficiente, aprovechando las oportunidades de digitalización y automatización”.
En el rubro automovilístico, Volvo (propiedad de Geely) anunció que recortará 3.000 empleos en todo el mundo para ser “más ágil y eficiente”, con especial afectación en Suecia -de donde es originaria la marca- con 1.200 despidos en puestos de oficinas. El recorte supone el 15% de su plantilla mundial de oficinas y se engloba dentro de un plan de reducción de gastos de 18.000 millones de coronas suecas, unos 1.663 millones de euros al cambio actual, que la compañía anunció a finales de abril. Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo Cars, declaró que “Las medidas anunciadas hoy han sido decisiones difíciles, pero son pasos importantes para construir una Volvo más fuerte y resiliente”.
Otro de los momentos de esta permanente disputa inter-capitalista es la centralización. A través de fusiones, los "dueños" van monopolizando los mercados, como sucedió la última semana con Vodafone y Three —propiedad de CK Hutchison (con sede central en China). Las empresas anunciaron en un comunicado que han completado su fusión en el Reino Unido y la nueva teleco fruto de esta operación, VodafoneThree, invertirá 11.000 millones de libras (en torno a 13.000 millones de euros) en redes 5G durante los próximos 10 años. La nueva VodafoneThree se convierte así en la empresa líder del mercado británico.
Este mismo proceso lo vemos replicado en nuestro país donde, a través del Estado, las multinacionales nucleadas en AEA y Amcham impulsan su agenda de "reducción de costos": menos impuestos y reforma laboral, mientras concentran mercados. En el caso de Arcor en su intención de adquirir Matellone, y General Motors, que el 26 de mayo comunicó que interrumpirá su producción durante todo el mes de junio y que incorporará una semana de suspensión mensual hasta diciembre de este año. El anuncio, tiene lugar en el marco del significativo aumento en las importaciones desde Brasil, que pasaron de un 29% en el primer cuatrimestre de 2024, a un 46% este año, desplazando a los vehículos producidos en el país. Según la empresa, la medida tiene que ver con “la necesidad de adecuar la planificación regional de producción”. Quienes también se favorecen desde las sombras impulsando esta agenda son sus accionistas: los Fondos Comunes de Inversión (FCI) del mundo.