Nueva Universidad Argentina | Conversamos con Carolina Mamblona
A partir del 2023, el Ministerio de Educación aprobó un conjunto de decretos que buscan modificar de manera fundamental nuestra universidad nacional. Nos referimos en esta nota al llamado proyecto de Nueva Universidad Argentina, que comenzó a debatirse en 2021, durante la gestión de Perczyk en el Ministerio de Educación. El 15 de abril de este año, la actual Pro-secretaría de Educación Universitaria revivió el debate, generando nuevas resoluciones que buscan impulsar esta reforma.
Conversamos con Carolina Mamblona, Magíster en Trabajo Social, Docente y Investigadora en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Docente en la Universidad Nacional del Centro (UNICEN).
C: Se trata de una reforma estructural, una reforma en siete puntos, conocida como la Nueva Universidad Argentina. Entre esos siete puntos se modifican cuestiones muy fundamentales de la vida universitaria, que van a transformar la universidad tal como la conocemos. Esta reforma viene a completar un proceso que comenzó en los años 90, particularmente en 1994 y 1995, con la Ley de Educación Superior. Entre los puntos que propone, está el acortamiento de las carreras, estableciendo un límite máximo de cuatro años. Este acortamiento se justifica principalmente en función de los requerimientos del mercado laboral, adecuándose a la flexibilidad que este demanda.
Junto con eso, reconoce o busca reconocer trayectorias intermedias, ya sea con la modalidad de reconocimiento de trayectos, o con los títulos intermedios. Cosa que en algunas carreras más de tipo técnicas puede resultar interesante, pero en otras carreras son muy difíciles de implementar las tecnicaturas o el reconocimiento de estos trayectos.
Además, el corazón de esta reforma tiene que ver con la implementación de un sistema de créditos universitarios, mediante el cual cada estudiante pueda delinear un proyecto formativo orientado a la internacionalización de la currícula, que compatibilice planes de estudios a nivel mundial y se posibiliten intercambios. Esto último es algo positivo, siempre es deseable pensar en los intercambios. Sin embargo, en la actualidad, dichos intercambios alcanzan a un número muy reducido de estudiantes y, además, ahora se propone que estos sean también virtuales. Así que hay que ver esa cuestión.
Todo el sistema de implementación de créditos viene con una lógica de convertir las horas que se le demandan al estudiante en las materias y las actividades, las horas de estudio y de investigación, traducirlas en un valor que tiene el nombre de créditos y se completa con una determinada cantidad que cada estudiante debe ir, valga la redundancia, acreditando.
Entre estos lineamientos, otro fundamental es el que incorpora y regula la educación mediada por tecnología, donde el gran cambio es la virtualización. Con el decreto 2099 del 2023 del Ministerio de Educación de ese entonces gobierno saliente, también junto con el SACAU, junto con una serie de propuestas de la Nueva Universidad Argentina, se coloca la educación híbrida, bimodal, remota, virtual, donde los planes también pueden incorporar la educación mediada por tecnología. Y acá el punto es que se considera presencialidad a actividades remotas realizadas sincrónicamente. La idea es convertir nuestros modelos educativos en modelos mixtos, combinando presencialidad y virtualidad.
De alguna manera, así como el sistema de créditos refuerza la idea de que es el individuo quien va delineando su formación, rompiendo una formación rígida para convertirla en flexible, también la educación a distancia genera procesos donde el compartir, e intercambiar, se vuelve más difícil y donde de alguna manera, refuerza una resolución de tipo más individual.
En sesión plenaria, el Consejo de Universidades (CU) aprobó una serie de resoluciones referidas a los «siete puntos para la universidad argentina» |
E: ¿En qué aspectos ya se viene avanzando, en el último tiempo?
C: Bueno, hasta ahora fueron una serie de lineamientos del Ministerio de Educación entre el 2021 y 2023, denominada Nueva Universidad Argentina, con el CIN, el conjunto de los rectores de las universidades nacionales.
Luego, en noviembre del 2023, cuando Perczyk era Ministro de Educación, se aprobaron una serie de resoluciones del Ministerio de Educación. La 2597, que habla del funcionamiento de Sistemas Institucionales de Aseguramiento de la Calidad, SIAC. La 2598, Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios y la 2599 sobre educación a distancia, creando el Sistema Institucional de Educación a Distancia, SIED. Esto se complementa con el 2099 para el dictado de carreras mediante educación a distancia.
El 15 de abril del 2025, la actual Pro-Secretaría de Educación Universitaria, perteneciente al Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, genera otra resolución que se denomina anexo SACAU, redacción de propuestas por acuerdo del plenario, y donde se crea el crédito de referencia, el CRE 1. Poco a poco se le empieza a dar vida a esta propuesta del SACAU. Son un montón de siglas que expresan un nuevo lenguaje al que hay que conocer y familiarizarnos, un lenguaje bastante tecnocrático, que viene a imponer lógicas nuevas a la universidad y que lo que significa es una reforma educativa de la educación superior por capas, cada decreto es una capa de esa reforma, y ha sido una reforma silenciosa porque la mayoría de los estudiantes y de los docentes, graduados y nodocentes desconocen esto y , más bien, es una reforma que se hizo en el plano de los rectores, es una reforma hecha desde arriba, silenciosa y por capas, que está en marcha pero necesitamos conocerla y resistir.
E: ¿Cuáles son los actores que empujan esta discusión, para quienes es necesaria esta reforma? C: Los actores entiendo que son los rectores y el anterior Ministerio de educación. Ahora la pregunta que nos tenemos que hacer es ¿por qué realizar una serie de decretos en noviembre del 2023, decretos que tienen una orientación claramente neoliberal para la universidad, sabiendo que los iba a implementar un gobierno de ultraderecha? Un gobierno que enfrenta la universidad con congelamiento de presupuesto, un gobierno que desfinancia la universidad al dejar de existir las paritarias para las y los trabajadores de la educación, dando paritarias por decretos del 1,5%. Un gobierno que demoniza la presencia de extranjeros en las universidades y que quiere sacarlos o quiere cobrarles arancel. Un gobierno que va a usar "la libertad", entre comillas, que coloca la idea de créditos académicos para una libertad que enfrente y saque de nuestras aulas a docentes críticos, a docentes que no estén alineados a una política gubernamental y que va a usar la idea de libertad para enfrentar todo movimiento colectivo que defienda la Universidad Pública. Es decir, se implementó una reforma para que le de forma un gobierno de ultraderecha, ultraneoliberal y que quiere hacer de la universidad algo que se parezca fuerte a negocios privados, estamos en esa encrucijada
E: En el artículo que escribiste en la revista Tomar la Posta planteabas que con esta reforma están retomando ciertos lineamientos que aparecían en la LES de los 90, que no pudieron aprobar por la lucha universitaria. ¿Cómo crees que nos encuentra, como universidad y como movimiento popular, este nuevo intento de reforma educativa?
C: Esta reforma por capas y silenciosa, nos encuentra todavía desconociéndola. La primera cuestión es que la mayoría de los actores de la universidad desconocen estos lineamientos. Otra gran parte, sobre todo quienes están a cargo de las gestiones, piensan que no se puede resistir porque bueno, ya fue aprobada, ya está, solo hay que pensar en la adecuación.
Pero creo que todavía tenemos mucho por hacer. Tenemos que conocer este proyecto, tenemos que manejar estas nuevas lógicas, siglas y cambios en la universidad para resistir y para pensar alternativas, hay un montón de cosas que tienen que cambiar en la universidad para que un estudiante pueda permanecer y pueda recibirse a tiempo. Como por ejemplo, las políticas de bienestar estudiantil deberían ser más abarcadoras, menos focalizadas y con prestaciones integrales que a un estudiante le permitan sortear todo lo que hace a sus condiciones de vida y no tener que tener un montón de trabajos, o tener los peores trabajos, y también compatibilizar eso con estudiar.
Necesitamos hacer cambios de actualización de los planes de estudios, revisando las duraciones y los mecanismos que hacen que a los estudiantes se le vuelva mucho más largo de lo que el plan establece el poder recibirse.
Pero podemos pensar alternativas, porque detrás de todas estas reformas que se presentan como innovaciones curriculares, la incorporación de la innovación tecnológica y toda la lógica innovadora no viene más que a reponer los viejos lineamientos, que ya en la década del 90 el Banco Mundial impulsaba para las universidades.
Acá estamos ante un trípode que el gobierno de La Libertad Avanza quiere colocar reforma laboral para disciplinar a esta clase trabajadora que tiene una larga historia combativa de lucha, de organización, de organización sindical, de organización en defensa de sus derechos. Junto con esto, la posibilidad de implementar una reforma previsional que desarticule todo el sistema de protección social que nuestra clase trabajadora también ha conquistado con enormes procesos de lucha y organización.
Y en tercer lugar, quieren desarticular un sistema amplio, extenso de educación pública, gratuita, cogobernada, como el que tiene nuestra universidad heredera de la reforma universitaria cordobesa. Quieren desarticular esa colectividad para volverlo más individualizado, más liberal y anónimo, que no se encuentre, que no discuta en asambleas, que no se encuentre en los pasillos, que deshabite la universidad, ese es el concepto, para que la universidad pase a ser una elite gobernada por cada vez menos personas.