Entrevista/ "Hablar de vaciamiento es de una crueldad inimaginable, en un contexto de tanta necesidad."

Viernes 31 de enero de 2025. El Bonaparte en lucha organiza un acto y festival: "VACIAR ES CERRAR". Exigen ya la reincorporación de lxs 200 trabajadores despedidxs. Ahí conocimos a Soledad, oriunda de nuestra ciudad y responsable del área de internación del Hospital Laura Bonaparte, a donde viaja todos los días desde hace 12 años. En esta nota, nos comparte su mirada sobre la importancia del Bonaparte, y el proceso de lucha que vienen llevando adelante lxs trabajadorxs para defenderlo, en articulación permanente con otros sectores, ante los ataques del Gobierno Nacional. 


Tiempo estimado de lectura: 10 minutos. 

- ¿Qué trabajo realizas en el Hospital como Trabajadora Social?

El Hospital Laura Bonaparte es un hospital en red que trabaja en salud mental y consumos problemáticos. Desde Trabajo Social trabajamos en relación a la accesibilidad de derechos básicos. Muchas de las personas que llegan al hospital vienen en situaciones de mucho arrasamiento, de mucha complejidad. Muchas veces iniciando por la identidad, para luego poder garantizar otros derechos. Accesibilidad a ciertos programas que estén funcionando. Articulamos y trabajamos con referentes sociales, familiares, organizaciones barriales, educativas. Cualquier referencia que podamos ir armando para hacer sustentable la externación una vez que la persona pueda volver a su lugar de residencia.

Como trabajadores sociales y parte del equipo de salud más amplio conformado por enfermeros, médicos psiquiatras, psicólogos, terapistas ocupacionales, músico terapeutas, médicos clínicos o médicos generalistas, además de otros servicios que tenemos en el hospital, pensamos los objetivos terapéuticos de un tratamiento de manera interdisciplinaria y en esta línea pensamos la externación, y cómo sería la continuidad del tratamiento una vez que esta persona se retire del hospital, por ejemplo, si estuvo internada. Porque al ser un hospital nacional recibimos personas de distintas jurisdicciones, entonces ahí trabajamos mucho en el armado de una estrategia que sea sustentable en el tiempo, como para poder garantizar la continuidad de ese bienestar una vez finalizado el tiempo de internación en el dispositivo. Esta es la función básica que se hace desde el trabajo social en el servicio.



- Y, ¿cuál es tu trabajo ahí?

Yo me desempeño como jefa del servicio de internación y mi función actual está abocada a la coordinación y al funcionamiento en general. Tanto en la articulación con otros servicios internos (tenemos medicina general nutrición farmacia odontología laboratorio) y así mismo, pensar cuando una persona ingresa se le asigna un equipo interdisciplinario con quienes mantiene entrevistas diarias, también se ofrecen espacios terapéuticos de arte terapia, educación física, accesibilidad a derechos que habían sido vulnerables por las situaciones extremas en las que se encuentran muchas de las personas que acceden al hospital.

- ¿Podrías contarnos desde el principio cómo se organizaron? 

El día 4 de octubre de 2024 a partir de las 14hs recibimos un mensaje vía gestión electrónica. Una notificación desde las jefaturas diciendo que no se iba a poder internar más pacientes. Lo recibimos jefaturas de internación, cuidados en urgencias y la guardia interdisciplinaria. A partir de ese momento los trabajadores nos organizamos, convocamos a una asamblea. En esa asamblea se hace presente quien era el Director en ese momento, el director general y el director asistencial y nos informan que telefónicamente anuncian desde el Ministerio que desde el día lunes el hospital podía ser cerrado en su totalidad. 

Esto hizo que, siendo un viernes a las 14 hs, todos los trabajadores del hospital nos autoconvocaramos y permanecieramos en el hospital hasta tener una respuesta de lo que estaba pasando. Los trabajadores nos organizamos en comisiones, nunca dejamos de trabajar con aquellos que requieren una atención de nuestras partes, porque había personas internadas realizando tratamiento ahí mismo. La organización de los trabajadores por un lado y continuar con la atención por otro… fue un proceso muy dificultoso pero cabe mencionar el compromiso que le ponemos a nuestra tarea, no dejamos de hacerlo en ningún momento. Era contener a les usuaries que vienen a buscar una respuesta, y por otro lado a nuestros propios compañeros, a nosotros mismos, devastados ante este posible cierre de nuestro hospital.

A partir de esta situación nos organizamos, llamamos a todas las organizaciones (nosotros trabajamos mucho en territorio articuladamente con otros organismos, saben cómo trabajamos y la preocupación fue general). Concurren al hospital y de esta forma empezaron a presentarse distintas actividades que fuimos haciendo, entre ellas una conferencia de prensa muy grande que se hizo dos días después de este anuncio. Ahí la magnitud de esta información era impresionante así que hubo por el lado del Ministerio una vuelta atrás con esta idea de plantear un cierre de una institución.


Por otro lado, la dificultad de internar a nuestros pacientes, porque querían que las personas que vinieran fueran derivadas a otras instituciones para ser internadas allí, y eran rechazadas... así que desde ese lugar fue también muy difícil hacer una derivación de nuestros pacientes a otras instituciones de salud mental. Eso nos encontró, nos hizo fuertes, nos hizo unirnos como trabajadores y pensar cómo iba a ser nuestro plan de acción, de ahí en más, sabíamos que tenían la lupa en nosotros. Siempre fuimos un hospital chico pero referencia de la aplicación de la Ley Nacional de Salud Mental (26.657), desde ese momento no se hizo más que ir organizándose y generar acciones colectivas al interior del hospital y también con otras organizaciones.

El 15 de enero (...) los compañeros empiezan a recibir telegramas de despido y eso genera nuevamente la autoconvocatoria para empezar a buscar formas de lucha y de unificación para frenar esta nueva situación que se nos venía. Cuando nos hablan del despido de 200 trabajadores de manera arbitraria, nos están vaciando el hospital. En el último año hubo más de 70 trabajadores que se fueron en búsqueda de mayor estabilidad laboral, de mejores salarios, ya que nuestros salarios se vieron frenados en este último año sobre todo. Entonces ya habíamos recibido un gran número de trabajadores que empezaron a irse en búsqueda de mejores oportunidades laborales, y ahora el despido de 200 trabajadores de manera indiscriminada. Sin pensar por qué sacaban de un servicio o de otro, tuvo que ver con una contratación en un año específico, una contratación que se dio durante el gobierno de Alberto Fernández. Esto tuvo implicancias muy serias, es imposible pensar que ciertos dispositivos sigan funcionando con esta cantidad menos de trabajadores en un hospital que de por si no tiene un gran número de recursos humanos.



- ¿Qué consignas se plantean y cuales son los pasos a seguir?

Las consignas que planteamos es que en el Hospital Bonaparte no sobra nadie, todos los trabajadores cumplen una función esencial, es un hospital de referencia nacional y no puede atender con 200 trabajadores menos. Nosotros queremos la inmediata reincorporación de todos los trabajadores

Se están haciendo asambleas de manera constante, se está trabajando en distintas actividades a las que somos convocados, se va a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, actividades que se hagan en otros hospitales nacionales, actividades que tengan que ver con otras luchas sociales como las marchas de los miércoles de los jubilades y muchas actividades que van surgiendo. Las asambleas barriales se hacen presente en el hospital, y los trabajadores también concurrimos a estos espacios para visibilizar cuál es nuestra situación actual. Todas las situaciones que vayan surgiendo, los trabajadores del hospital se hacen presentes. Estamos siendo muy acompañados en este proceso, sabemos que esta va a ser una lucha muy larga, por eso necesitamos de la comunidad en su conjunto para acompañarnos y sostenernos. La consigna sería no parar hasta que haya una incorporación total de todes les trabajadores.

- La comunidad del Bonaparte son también los usuarios, las organizaciones u otras instituciones que articulan y forman parte de la red de atención. ¿Cómo reaccionó la comunidad ante los ataques recibidos?

La comunidad del Bonaparte, tanto en octubre como ahora, reaccionó sumándose a la organización. Incluso ahora comunicando a la Comunidad en Red del Bona, usuarias, referentes y amigues, están haciendo asambleas, generando espacios de discusión y difusión de las actividades que vienen haciendo. El ataque al Bonaparte no tiene que ver plenamente con los trabajadores sino con el trabajo que hacemos, que no lo hace ninguna otra institución. Nosotros trabajamos con usuaries que son muchas veces expulsados de otros hospitales por presentar consumos problemáticos, en el Bonaparte se da una escucha, se los aloja, se le da una atención en una situación de urgencia. Es un lugar al que uno puede recurrir cuando necesita una escucha. 


Quiero mencionar que desde octubre, con la información del posible cierre, cuando se conoce más en los medios el hospital y el abordaje que hacíamos, aumenta notablemente el número de personas que se acercan o llaman a la línea 0800 que es federal, a los dispositivos de niñeces. Los dispositivos en niñeces vinculados a la salud mental no son dispositivos que abunden, entonces esa situación lejos de frenar y desmantelar el hospital, hace que cuente con mayor número de demanda y personas que requerían…Tengamos en cuenta, en un contexto de tanta hostilidad, de tanta crisis económica, de tanta violencia y padecimiento subjetivo, estos efectores de salud mental son fundamentales. Hablar de vaciamiento es de una crueldad inimaginable, en un contexto de tanta necesidad.

- Desde Palestra venimos viendo un ataque generalizado del actual gobierno nacional sobre las condiciones de vida del pueblo trabajador, argumentando que "no hay plata". ¿Te/ les parece que el ataque al Bonaparte puede enmarcarse en ese proceso?

Hay un discurso de “No hay plata” y nosotros, por otro lado, pensamos si es un lado irreconciliable desde donde el Hospital Bonaparte se posiciona, que es: la salud es un derecho y no una mercancía. Incluso en términos económicos si se quiere más cuantitativos… el Bonaparte debe tener una parte ínfima del presupuesto nacional. Hoy se está yendo del país mucho dinero que eso sí son grandes sumas… no creo que tenga que ver con una cuestión monetaria, sino por cómo se piensa la salud. 
 
Además que nuestro Hospital tenga el nombre de una madre de plaza de mayo -la lic. Laura Bonaparte fue una psicóloga, de una familia diezmada durante la dictadura militar, una activista del movimiento de DDHH, integrante de Madres Línea Fundadora- en una época de negacionismo extremo, no es algo de lo que el gobierno esté orgulloso. Y trabajar en línea de derechos humanos cuando algunos están pensando en una postura, pareciera, de exterminio de ciertos sectores. Tiene que ver más con una cuestión ideológica y política que con una cuestión presupuestaria. Podríamos mencionar también el lugar que las personas del colectivo LGTBIQ+ tienen en el Bonaparte, y la clara intención de este gobierno en contra y detrimento de este colectivo.

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