Boletín Informativo #2. Desde las sombras.

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En esta sección vas a poder leer un panorama resumido de los principales hechos a escala global, regional y local durante las últimas dos semanas, haciendo foco en la situación de guerra generalizada por el reparto de las riquezas.

La infinita necesidad expansiva del capitalismo tiene un límite que es la finitud del espacio-planeta y los recursos. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) encuentra su causa, entre otras, en la necesidad de un re-reparto de las áreas de influencia en la guerra interimperialista entre monopolios financieros, aspecto abordado por Lenin en su Imperialismo, fase superior del capitalismo. La globalización neoliberal de fines del siglo XX acentuó las tendencias del capital a la financiarización y el monopolio. Detrás del telón en el que se proyecta la guerra internacional, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) globales -como Blackrock, Vanguard, Templeton, Fidelity, Pimco, y otros- que emergieron como actores principales en 2008, pican en punta controlando los puntos clave de la producción y circulación de la riqueza generada por el pueblo trabajador. Las deudas implican el ejercicio de ese poder no sólo en el espacio, sino también en el tiempo: nuestro futuro se ofrece como garantía.

Estados Unidos, China, ¿y nosotros?

    En Gaza, uno de los escenarios bélicos más crudos de la guerra actual, hubo novedades cuando el Parlamento israelí desestimó la creación de un Estado palestino al oeste de Jordania, sugerido por el Plan Borrell (Asuntos Exteriores de la Unión Europea) para finalizar el conflicto (19/7). La resolución argumenta que se trata de un “peligro existencial” que “desestabilizará la región”. Dos días después, dos aviones israelíes dejaron como saldo 80 muertos en Yemen, en represalia a un ataque con drones auto-adjudicado por los hutíes (21/7). Luego, con la mediación de China, 14 facciones palestinas (entre ellas, Hamas -Gaza- y Al-Fatah -Cisjordania-) firmaron un acuerdo de unión nacional en un compromiso por crear un Estado palestino unificado. Al tiempo (25/7), en Estados Unidos, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dio un discurso en el Congreso. “Viene a obtener la aprobación de Estados Unidos a su guerra” proclamaban, en las inmediaciones, miles de manifestantes. El día anterior la Policía del Capitolio de Estados Unidos (USCP) detuvo a 200. "Por lo que sabemos, Irán está financiando las protestas que se están realizando ahora mismo, frente a este edificio”; "Estados Unidos e Israel deben estar juntos porque cuando estamos juntos lo que ocurre es que nosotros ganamos y ellos pierden", resaltó Netanyahu en el Capitolio. Después del asesinato del líder de Hamas, Ismail Haniyeh (31/7), y las repercusiones del movimiento islamista palestino y de Irán (apuntaron a Israel y prometieron “venganza”) no parece cercano un escenario de tregua, sino todo lo contrario.

    En América Latina, Venezuela estuvo en la palestra de la quincena. En medio de un clima tenso y encuestas cruzadas, el candidato a la presidencia, Nicolás Maduro, llamó a dar una “paliza” a la “ultra derecha” para evitar que “Venezuela caiga en un baño de sangre” (23/7). El presidente de Brasil, Lula da Silva, opinó que "el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre” y que cuando uno pierde “se va y se prepara para otras elecciones” (24/7). En ese clima, el 28 de julio se llevó a cabo la elección en Venezuela en la cual, según los datos definitivos de la Comisión Nacional Electoral (del 3/8) de ese país, Maduro obtuvo 6.408.844 votos, mientras que González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), reunió 5.326.104, en una votación en la que participó el 59,97 por ciento del censo electoral (12.386.669).

    En la región, los alineamientos oficiales fueron variados. En contraste con el reconocimiento inmediato de Bolivia, Honduras, Cuba y Nicaragua, los cancilleres de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay exigieron transparencia: “es indispensable que se cuente con garantías” [para respetar la] “voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas (...) mediante un conteo de los votos transparente” (28/7). Por su parte, en un comunicado, los gobiernos de Brasil, Colombia y México llamaron al gobierno venezolano a publicar los “datos desglosados por mesa de votación” y a contener las manifestaciones públicas para garantizar la paz social: “Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional”. Mientras tanto, luego de una primera posición más cautelosa del gobierno de Estados Unidos, el secretario de Estado -canciller- yanki, Antony Blinken, señaló que hay “pruebas abrumadoras” sobre la victoria de González Urrutia (2/8). Casi de inmediato, la canciller argentina, Diana Mondino, aseguró lo mismo. Del otro lado, a través de sus voceros, China felicitó a Maduro "por el éxito de sus elecciones presidenciales" y Rusia felicitó a los ciudadanos que “ganaron legítimamente, aunque por un pequeño margen".

    Expresión de la disputa geopolítica global que señalamos en la edición anterior, estos distintos posicionamientos evidencian las pujas en torno a la construcción de bloques de alianzas y áreas de influencia a escala global. Para reforzar esa influencia, entre otras perlitas de estas semanas, la jefa del Comando Sur del Ejército de EEUU, Laura Richardson, participó del Foro de Seguridad de Aspen (Colorado) y propuso: “Creo firmemente que necesitamos un Plan Marshall para la región o una ley de recuperación económica como la de 1948, pero en 2024 o 2025”. En referencia a los líderes latinoamericanos, afirmó: “Lo único que ven son las grúas chinas y todo el desarrollo y los proyectos de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta [de la Seda]”. Lo cierto es que la presencia empresarial y estatal china en la región Andina y en Latinoamérica es cada vez más concreta, como mostró el medio El Megáfono hace unas semanas. El embajador chino en Colombia (país pronto a unirse a la Franja y la Ruta de la Seda) Zhu Jingyang, se reunió con el presidente Petro en octubre del año pasado: “Si mantenemos unas cadenas globales de suministro de producción fluida, sin interrupción, todos los países se van a beneficiar de esta cooperación”; “la asignación de los recursos de la factoría, según la regla del mercado, es lo que mayor beneficio trae para todos”.

    Después de un nuevo aniversario de julio de 1816, quizás convenga situarnos en esta disputa geopolítica para comprender dónde estamos parados como trabajadores y trabajadoras, y prestar atención a qué vida nos ofrecen cuando nos venden libertad y desarrollo, de uno y otro lado. El imperialismo inglés supo fogonear los aires independentistas de aquella época, en nombre de la libertad… y luego fuimos sujetos al neocolonialismo. ¿Cómo construir soberanía sin ser peones de ningún proyecto imperialista?

Denominador común

    Detrás de estas disputas y bloques que se van tejiendo arriba, abajo se vive la guerra por los recursos y riquezas, y los principales involucrados son los FCI, de un lado, y el pueblo trabajador, del otro, cada uno con diferentes grados de influencia. En una nota para el medio Radio Gráfica (24/04/24), Gabriel Fernández mostró la presencia mayoritaria de Blackrock, Vanguard y State Street en las empresas que más se valorizaron con el estallido de la guerra de Ucrania. Con la guerra, los FCI absorben las riquezas de Estados “al servicio de las corporaciones, las cuales necesitan la guerra para crecer”. En el caso de Blackrock, caracterizado por sus inversiones de alto riesgo, además de accionista de las principales compañías financieras y farmacológicas, gigantes militares-industriales y corporaciones mediáticas, es el principal acreedor de la deuda del “Sur Global”. Nueve meses después de iniciada la guerra ruso-ucraniana, Blackrock firmó un memorándum de entendimiento con el Ministerio de Economía de Ucrania, y en mayo de 2023 crearon el Fondo de Desarrollo para la reconstrucción del país que lo convirtió en principal acreedor de deuda. A cambio, Blackrock se va apropiando de los mejores campos, usinas eléctricas, y fábricas en ese punto del globo. Junto a sus funcionarios en el gobierno argentino, germinó a Mike Pyle, principal asesor económico de la flamante candidata demócrata a la presidencia en EEUU, luego de que Biden declinara, finalmente, su candidatura.

    De este lado del Atlántico, el economista Horacio Rovelli explicó en el programa radial Todos los Fuegos (Radio Rebelde) cómo se visualiza la presencia de Blackrock en la mesa del poder económico y en la política del actual gobierno. “Acá los exportadores ya no son la vieja oligarquía con olor a bosta, sino que se ha reconfigurado” (30/7). A propósito, el presidente, Javier Milei, participó de un acto en la Sociedad Rural (28/7), donde, entre piropos y flores, afirmó: "nadie tiene tantas ganas como yo de salir de este esquema que entre retenciones y cepo le expropia al campo el 70 por ciento de la producción". En realidad, explica Rovelli, los dueños rentistas del suelo reciben U$D 7.200 millones al año, de los cuales la Provincia de Buenos Aires recauda menos del 1%. Pero de las 34 millones de hectáreas de producción agropecuaria, 24 son arrendadas a los pools de siembra en los que participa como socio o financista, entre otros… Blackrock.

    Mientras tanto, el sector energético, clave para el reparto de la torta en nuestro país, tuvo movimientos. La edición pasada nombramos el ingreso de Pan American Energy (propiedad de la familia Bulgheroni) al negocio del GNL (gas natural licuado). Esta semana se conoció que YPF (a cargo de funcionarios criados en Techint, del empresario Paolo Rocca) y Petronas (Malasia) instalarán una planta de GNL en Sierra Colorada (Río Negro) para transformar el gas producido en Vaca Muerta (Neuquén) y exportar 400 barcos por día. Se trata de una inversión de U$D 30.000 millones la cual originalmente (2022) se había pensado realizar en Bahía Blanca, Buenos Aires, provincia que no adhirió al RIGI.

    Las prioridades del gobierno son el derroche de reservas -incluso en oro- para intervenir el mercado de cambios y contener la brecha cambiaria, evitando una mayor suba del dólar CCL: sólo el martes 30/7 usaron U$D 124 millones, favoreciendo el negocio financiero. Así facilita el precio del dólar a las grandes empresas y bancos locales habilitados para la compra que, en este frágil contexto, están multiplicando sus ganancias (ver Boletín #1), y se pasan a dólares para irse del país. En cambio, al pueblo trabajador, Caputo (19/7) lo llama a liquidar ahorros en dólares -a quienes los tengan- para pagar impuestos.

    La inflación y las precarias condiciones laborales hacen que una familia de 4 integrantes necesite $1.352.395 para sus gastos de junio en CABA y el Conurbano, $45.000 por día, en parte por las subas en subte, telefonía, Internet y medicina prepaga (Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor -CESyAC). Las jubilaciones mínimas, por su parte, pasarán a ser de $295.454,42 en agosto, más un bono de $70.000 -que está fijo desde marzo- para quienes cobran la mínima. Un jubilado que cobre la mínima tendrá que sobrevivir con $365.454,42. Además, el Índice de Contratos de Locación, que determina el precio del alquiler, en agosto rompió su récord rondando el 250% de aumento interanual.

    

    El endeudamiento en todos los niveles del Estado y de las familias trabajadoras con agentes privados pone en situación de poder al sector financiero, los gerentes del dinero que gobiernan desde las sombras reorientando a su favor los recursos del Estado. En este mismo sentido, aunque supuestamente “no hay plata”, nos trajeron mayor inversión en el fortalecimiento de los Servicios de inteligencia, como cerecita de la torta que se están repartiendo. Ecos de una democracia que parece estar directamente controlada por las corporaciones.

¿Se rearma la agenda de lucha?

    La marchas nacional universitaria (23/4), del día del trabajador (1/5), y el paro general (9/5), junto a los múltiples conflictos sectoriales configuraron una agenda de lucha durante los primeros meses del año. Diversos sectores del trabajo lograron confluir en acciones callejeras para expresar el descontento del movimiento popular respecto a la política impulsada por el gobierno nacional y sus consecuencias. Luego de ese primer impulso, el estado de movilización pareció apaciguarse, los conflictos fueron encontrando -en algunos casos- respuestas parciales y no se construyeron nuevos escenarios de protesta de estas características. Como parte de este proceso, el 27 de junio el Congreso aprobó la Ley Bases, en el marco de una movilización que no se acercó a las anteriores en términos de masividad y amplitud, y que fue brutalmente reprimida.

    Aún así, se siguieron desarrollando varias acciones: en esta última quincena sindicatos y organizaciones sociales realizaron una jornada frente a la Exposición de la Sociedad Rural bajo la consigna “la peor violencia es el hambre” (26/7), La Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza se declaró en estado de alerta por la falta de respuesta de las empresas del sector Generación en materia salarial (2/8), el Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID) lanzó un paro nacional en el sector luego que la empresa ATVC se negara a ofrecer un aumento salarial. El Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo decretó un paro en toda la actividad pesquera que afecta a los puertos desde Mar del Plata a Tierra del Fuego (2/8), luego de que llegaran telegramas de despidos como represalia por la participación en el cese de actividades que viene impulsando los trabajadores del sector en Rawson desde el 22/8, por un reclamo salarial.

    Durante este mes, el gobierno avanzó -por decreto- con la definición del Salario Mínimo, Vital y Móvil, fijando un piso de $262.432 a partir de agosto. Además, arrancó julio estrenando la mesa de diálogo para llevar adelante la reforma laboral sin ninguna representación de los trabajadores, exceptuando a la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios que se hizo presente a través de su representante. (31/7)

    La antesala de esto fue la reunión que llevó adelante el Secretario de Trabajo, Cordero, con los grandes empresarios del Grupo de los Seis y que, al parecer, despabiló a la CGT. La Central reunió a su Consejo Directivo (25/7) por primera vez tras la promulgación de la Ley Bases, la preocupación principal es el nuevo piso de Ganancias que perjudica a más de 800 mil trabajadores en relación de dependencia. En este sentido, la CGT planteó, en un comunicado, que mientras esto sucede “se ha decidido reducir y en algunos casos eliminar el impuesto a los bienes personales” y que “no hay nada más regresivo en materia fiscal que gravar el trabajo y desgravar los grandes patrimonios, además anticipó que utilizará “todas las herramientas que estén a su alcance para que el fruto del esfuerzo y dedicación de quienes producen realmente riqueza en la Argentina se vea reflejado en sus ingresos”

    Por lo pronto la UTEP, las dos CTA y la CGT se movilizarán el 7 de agosto en la histórica marcha de San Cayetano bajo la consigna Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo. En esta oportunidad, ATE anunció un paro nacional y su participación en la jornada.

    En lo local, el gremio de docentes de la UNLP se reunió en asamblea extraordinaria (2/8) y determinó profundizar el plan de lucha por salarios, con una medida de fuerza de 48 hs que aún no tiene fecha. Además, el Consejo Social de la UNLP planteó en un comunicado que “los datos locales dejan en evidencia que el esfuerzo de la provincia de Buenos Aires y los municipios afectados por la restricción presupuestaria, resultan insuficientes frente a la enorme necesidad”. El mismo junto a gremios, organizaciones sociales y políticas realizarán una olla popular en Rectorado el día 8 de agosto a las 12 hs. En la convocatoria, que tiene como consigna principal “el hambre es urgente, la región se organiza” se refieren a la dramática situación de la población local respecto al acceso a los alimentos, y las múltiples consecuencias que esto acarrea.

    Informales, gremios docentes, privados, de empleados públicos, diversos sectores se preparan para confluir en acciones comunes durante las próximas semanas. Cómo pasar de ese escenario a la construcción de un proceso de lucha con el empuje de las bases sociales, y que se plantee construir fuerza popular para imponer otras condiciones de vida, es un debate pendiente. Mientras no lo abordemos, los gerentes del dinero seguirán dominando desde las sombras.